Por JUSTIN SCHECK y EVAN P?REZ
ORINDA, California?Agentes federales de Estados Unidos estaban registrando la casa de Walter y Christina Liew en esta ciudad en julio del a?o pasado, en busca de pruebas de espionaje corporativo, cuando les llam? la atenci?n la llave de una caja de seguridad. Le preguntaron a Christina Liew si sab?a d?nde estaba el banco. Su marido le dijo en chino que respondiera que no sab?a, seg?n la versi?n de los fiscales.
Un agente que entend?a el idioma capt? el di?logo entre la pareja y decidi? seguirla cuando sali? de casa, se dirigi? a un banco en Oakland y trat? de vaciar una caja de seguridad en la cual encajaba la llave. La caja, seg?n los fiscales, conten?a documentos que delineaban un plan de m?s de 10 a?os para robar secretos del gigante qu?mico DuPont Co. y venderlos a una firma estatal china.
Justin Scheck/The Wall Street JournalLa casa de Walter y Christina Liew en Orinda, California, ha sido el epicentro de un caso de espionaje corporativo contra DuPont.
Los Liew est?n en el coraz?n de un caso que, seg?n el Departamento de Justicia de Estados Unidos, es el primero en el que las autoridades presentan cargos penales de espionaje contra una compa??a estatal de otro pa?s. La empresa, Pangang Group, se defiende de las acusaciones, las cuales fueron reveladas el mes pasado. Los Liew han sido acusados de conspirar para robar secretos comerciales, pero se declaran inocentes.
Las alegaciones giran en torno a un producto qu?mico casi desconocido y una tecnolog?a de 50 a?os que est? lejos de ser de punta, pero que DuPont ha tratado de mantener en secreto durante d?cadas.
El caso, descrito por personas familiarizadas con sus detalles y revelado por documentos examinados por The Wall Street Journal, ofrece una oportunidad poco com?n de ver desde dentro la iniciativa emprendida por el gobierno estadounidense para combatir los esfuerzos organizados de gobiernos extranjeros para robar propiedad intelectual de EE.UU.
"Lo que aprendimos desde el fin de la Guerra Fr?a es que cuando la econom?a est? en juego, nuestros adversarios e incluso nuestros aliados nos espiar?n cuando convenga a sus intereses econ?micos", dijo Frank Figliuzzi, director asistente de contrainteligencia del FBI. El agente no quiso referirse al caso que implica a DuPont, pero indic? que, en general, el FBI est? reforzando las investigaciones de espionaje corporativo porque, a pesar de que trata desde hace a?os de concientizar a las empresas y procesar a los ladrones de secretos comerciales, el problema ha ido en aumento.
Desde la aprobaci?n de una ley en 1996 que le dio al Departamento de Justicia amplias facultades para demandar a esp?as empresariales, el n?mero de procesos sigue siendo bajo, a pesar del anuncio de castigos m?s severos contra los delitos de espionaje corporativo. Las condenas son dif?ciles de obtener porque requieren que se asocien las empresas directamente a gobiernos extranjeros, explica Patrick Rowan, un ex fiscal de seguridad nacional.
Lisa Monaco, fiscal adjunta de seguridad nacional, que tampoco quiso comentar sobre el caso DuPont, se?al? que, mientras que el espionaje se asocia tradicionalmente a pa?ses que intentan robar secretos militares o diplom?ticos, "el espionaje actual tambi?n involucra a pa?ses como China, concentrada en robar investigaci?n y desarrollo, alta tecnolog?a, secretos comerciales corporativos y otros materiales para expandir su poder?o econ?mico y militar".
China niega a menudo que su gobierno o sus empresas estatales promuevan acciones coordinadas de espionaje corporativo. En un nivel m?s amplio, China busca tener acceso a conocimiento t?cnico ya descubierto para crear compa??as capaces de competir a nivel mundial a trav?s de medios leg?timos como forjar alianzas con otras empresas conjuntas. En un aspecto m?s pol?mico, China tambi?n ha insistido para que sus socios extranjeros compartan su tecnolog?a a cambio de acceso al mercado. Muchas multinacionales en China est?n tan preocupadas por el robo de propiedad intelectual que evitan llevar sus tecnolog?as y procesos de manufactura de punta al pa?s.
Agentes del FBI denuncian que muchas compa??as de EE.UU. no toman suficientes resguardos para proteger sus intereses: no monitorean a sus empleados y raramente acuden a la polic?a por temor a la publicidad negativa.
No es el caso de DuPont. El grupo qu?mico contrata a ex polic?as federales para vigilar su propiedad intelectual y alerta a las autoridades cuando detecta un problema. En los ?ltimos a?os, el Departamento de Justicia ha ganado al menos cuatro casos relacionados con DuPont, entre los que figura la condena en 2009 de dos de sus ex empleados: uno por robar informaci?n sobre la fibra de alta resistencia Kevlar y pasarla a una empresa coreana y otro por robar secretos sobre diodos emisores de luz y llevar los documentos a China.
DuPont trata de proteger con igual celo tanto sus nuevas tecnolog?as como las antiguas. Hace m?s de 50 a?os que la empresa sent? la base para un proceso eficiente para producir di?xido de titanio, un pigmento blanco usado en pinturas y otros productos, seg?n documentos en poder del tribunal. La compa??a perfeccion? el proceso a lo largo de los a?os, convirti?ndose en el mayor productor del qu?mico en el mundo. Para conservar el secreto, DuPont permiti? que la mayor?a de sus empleados s?lo conociese una parte de todo el proceso.
Las estatales chinas, incluyendo Pangang, negociaron durante a?os con DuPont la formaci?n de una alianza para fabricar titanio en China, aseguran fuentes al tanto, pero nunca lograron un acuerdo.
En los a?os 90, Pangang y funcionarios chinos empezaron a pedirles a los empresarios que obtuviesen los m?todos exclusivos de producci?n de titanio de DuPont, seg?n documentos confiscados a Walter Liew en Orinda a mediados de 2011, y desde entonces archivados en un tribunal.
Un vocero de la embajada china en Washington dijo que tal afirmaci?n "carece de fundamento". "Es imposible que hubiera alg?n tipo de instrucci?n o solicitud a empresarios chinos. ?stos act?an por su propia cuenta", asever?. Agreg? que el caso de DuPont es una disputa de negocios y que los empresarios involucrados "no est?n ligados de ninguna manera al gobierno chino".
Pangang no respondi? a una solicitud en busca de comentarios. Un ex presidente de la junta directiva neg? que la empresa tuviera algo que ver con propiedad intelectual robada.
Uno de los documentos obtenidos durante la redada en casa de los Liew y que ahora es parte del caso es una carta que Walter Liew dirigi? en 2004 a directores de Pangang, en la que dice que un l?der de alto perfil del Partido Comunista chino le solicit? en 1991 que consiguiera los secretos sobre la fabricaci?n de di?xido de titanio a China.
"Hace algunos a?os, China me inform? que necesitaba urgentemente la tecnolog?a de cloraci?n de di?xido de titanio", dec?a el documento. "Despu?s de muchos a?os acompa?ando su investigaci?n y aplicaci?n, mi empresa tiene la posesi?n y conocimiento del proceso completo de DuPont".
En una declaraci?n jurada en el tribunal, Liew, un malayo de 54 a?os nacionalizado estadounidense y que trabaj? en Silicon Valley como ingeniero el?ctrico, manifest? que "esos documentos no son exactos ni confiables". Liew asegur? que falt? a la verdad sobre sus antecedentes laborales y sus relaciones con las autoridades chinas.
Un abogado de Liew afirm? durante la vista para fijar la fianza, que su cliente no hab?a dicho la verdad en algunos documentos citados por el gobierno, incluyendo propuestas de negocios que promocionaban sus lazos con miembros del Partido Comunista chino.
Hong Jibi, el ex ejecutivo de Pangang al que estaba dirigida la carta, dijo que no sab?a qui?n era Liew. "No lo conozco, nuca me encontr? con ?l, nunca negoci? con ?l y nunca recib? ninguna carta de ?l", insisti? Hong en Beijing.
Los fiscales tambi?n han presentado ante el tribunal cartas que presuntamente habr?a escrito Liew, en las que reconoce haber vendido la tecnolog?a de di?xido de titanio de DuPont a varias firmas afiliadas al gobierno chino.
Las empresas de Liew recibieron, entre 2009 y 2011, m?s de US$12 millones de una subsidiaria de Pangang por sus esfuerzos, alegan los fiscales en su acusaci?n contra los Liew. La pareja "desvi? millones de d?lares en pagos de Pangang Group a familiares de Christina Liew" en China, asegura la acusaci?n.
En 2010, DuPont recibi? una carta an?nima asegurando que Walter Liew y uno de sus empleados, que tambi?n trabajaba para Chevron Corp., hab?an vendido informaci?n de DuPont a una empresa china, seg?n los documentos del caso.
Chevron inici? una investigaci?n despu?s de que DuPont la informara y registr? la computadora del empleado, llamado John Liu. Encontraron evidencia relacionada a la tecnolog?a de DuPont, seg?n los documentos legales. El abogado de Liu observ? que no se han presentado cargos en contra de su cliente. Fuentes cercanas indicaron que Liu ha colaborado con los fiscales.
Chevron entreg? en marzo la informaci?n confiscada de la computadora de Liu a DuPont, que a su vez se la pas? al FBI, aseguraron fuentes al tanto.
DuPont tambi?n present? una demanda civil contra Liew, alegando el robo de secretos comerciales. En su respuesta, Liew neg? que ?l y sus socios tuvieran secretos comerciales de DuPont y sostuvo que el m?todo para producir di?xido de titanio de la empresa "no era ?nico". A su vez, present? una contrademanda acusando a DuPont de haber obtenido ilegalmente sus secretos comerciales. Ese caso sigue en tr?mite.
DuPont se?ala que la acci?n legal "demuestra que DuPont reacciona con rapidez y energ?a cuando sus secretos comerciales est?n siendo robados. Cuando nos enteramos del presunto hurto, investigamos hasta tener la informaci?n suficiente para presentar una demanda. Tambi?n pusimos al corriente a las autoridades".
El 19 de julio, agentes del FBI se presentaron en casa de los Liew, a unos 40 kil?metros de San Francisco, con una orden de registro. Fue entonces que un agente sigui? a Christina Liew hasta una caja de seguridad que conten?a documentos y discos duros, escribieron el mes pasado los fiscales en un documento en el que se opusieron a la fianza para Walter Liew. La pareja fue acusada de obstrucci?n a la justicia y qued? presa.
Los fiscales siguieron adelante con los preparativos del proceso contra los Liew y los dem?s y, a principios de febrero, presentaron una acusaci?n que inclu?a a Walter y Christina Liew; Pangang Group y tres empresas afiliadas; un ejecutivo de nivel medio de una filial de Pangang en China para quien, seg?n el documento, se expidi? una orden de arresto y prisi?n; y otro ex ingeniero de DuPont, Robert Maegerle. Todos fueron acusados de conspirar para cometer espionaje econ?mico salvo Maegerle, quien fue acusado de conspiraci?n para cometer robo de secretos comerciales. El ejecutivo se declar? inocente la semana pasada.
Los abogados de Pangang Group dijeron que los fiscales tendr?n que acudir al sistema judicial chino para llevar a cabo la acusaci?n, y est?n batallando en los tribunales. De momento, no han presentado una apelaci?n.
Christina Liew se declar? inocente el viernes. Su marido tiene la intenci?n de hacer lo mismo, dijo su abogado. Walter Liew permanece en una prisi?n en el distrito de Alameda, donde est? desde la redada en su domicilio.
?Kersten Zhang y Carlos Tejada contribuyeron a este art?culo.
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